Aunque la sanidad incumbe en primer lugar a los Estados miembros, la UE tiene la responsabilidad, expresada en el Tratado, de complementar el trabajo de aquéllos en determinados ámbitos como, por ejemplo, las amenazas sanitarias transfronterizas, la movilidad de los pacientes y la reducción de las desigualdades en materia sanitaria.
El 23 de octubre de 2007 la Comisión Europea adoptó una nueva Estrategia Sanitaria, «Juntos por la salud: una estrategia para la UE, 2008-2013», que pretende dar continuidad a la labor actual y proporcionar, por primera vez, un marco estratégico más global que abarque desde los problemas sanitarios fundamentales hasta la integración del elemento «salud» en todas las políticas y los problemas sanitarios mundiales. Fija objetivos claros para el trabajo futuro de la UE en el terreno sanitario y propone el mecanismo necesario para alcanzar estos objetivos, trabajando en cooperación con los Estados miembros.
La estrategia se basa en cuatro principios y tres temas estratégicos para mejorar la salud en la UE. Los primeros son una sanidad de calidad y sostenible, el reconocimiento de la relación de salud y prosperidad económica, la integración de la salud en todas las políticas y una mayor presencia de la Unión Europea en los foros mundiales de sanidad. Los temas estratégicos son el fomento de la salud en una Europa que envejece, la protección de los ciudadanos frente a las amenazas sanitarias, unos sistemas sanitarios dinámicos y las nuevas tecnologías.