Resumen del artículo publicado en Medicina Clínica:
La enfermedad del legionario se refiere a un brote de neumonía que afectó a 221 personas y provocó 34 fallecimientos durante la Convención de la Legión Americana en el hotel Bellevue-Stratford, de Filadelfia, durante los meses de julio y agosto de 1976. Descrito inicialmente como agente de la enfermedad del legionario, McDade et al evidenciaron que se estaba ante una nueva especie de bacteria a la que bautizaron con el nombre de Legionella pneumophila.
Legionella encuentra su reservorio natural en ambientes acuáticos naturales y en el suelo húmedo, en simbiosis con protozoos de vida libre, siempre a bajas concentraciones y sin causar enfermedad. La capacidad de contaminar cualquier sistema acuático humano a partir de este reservorio es muy grande y, por tanto, las fuentes de transmisión de la enfermedad, elevadas. Entre estas fuentes se encuentran los sistemas de provisión de agua potable ligado fundamentalmente a las duchas, las torres de refrigeración y otros dispositivos como climatizadores, humectadores y otros. En el paso desde el medio natural a los sistemas hídricos humanos, las amebas desempeñan un papel relevante y, dada su capacidad de adherencia a las incrustaciones calcáreas de las superficies de conducciones y depósitos, forman parte de complejos biofilmes bacterianos, de ahí la dificultad de la desinfección de los sistemas y sus frecuentes recontaminaciones.