La Organización Mundial de la Salud, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional

Fuente: Fundación Príncipe de Asturias

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 2009, según hizo público hoy en Oviedo el Jurado encargado de su concesión.

La OMS está considerada una de las instituciones internacionales más respetadas por su destacada labor en la coordinación y cooperación entre países en materia de sanidad. A lo largo de su historia ha contribuido a la erradicación de pandemias como la viruela; la reducción, en más de un 99 %, de los casos de poliomielitis; la prevención y control de enfermedades infecciosas como el sida, la tuberculosis y el paludismo; la reducción de la mortalidad infantil; y la identificación y control de brotes epidemiológicos a nivel mundial.

El Jurado de este Premio -convocado por la Fundación Príncipe de Asturias- estuvo presidido por Antonio Garrigues, e integrado también por María Jesús Álvarez González, Enrique Barón, José María Bergareche, Alicia Castro Masaveu, Consuelo Crespo, Manuel Díaz Ron, Ángeles Espinosa, Jorge de Esteban, Enrique Fernández-Miranda, María Jesús Figa López-Palop, Severino García Vigón, Isabel Gómez-Acebo, Laura González, Luis Lada Díaz, Gloria Lomana, Ricardo Martí Fluxá, José María Martín Patino, Luis Javier Navarro Vigil, Marcelino Oreja Aguirre, Yago Pico de Coaña, Francisco Pinto Balsemão, Luis Ruiz de Gopegui, Nicolás Sartorius, Gustavo Suárez Pertierra y Teodoro López-Cuesta (secretario).

Con sede en Ginebra (Suiza), la OMS es el organismo de Naciones Unidas responsable de desempeñar una función de liderazgo en los asuntos sanitarios mundiales. Sus principales funciones son configurar la agenda de las investigaciones en salud, establecer normas y articular políticas que aúnen principios éticos y de fundamento científico y prestar apoyo técnico a los países. Actualmente está integrada por 193 Estados miembros y dos asociados que se reúnen cada año en la Asamblea Mundial de la Salud, que establece la política general, aprueba el presupuesto y, cada cinco años, designa al director general. La OMS cuenta con cerca de 8.000 expertos en salud pública distribuidos en 147 oficinas.

La Constitución de la OMS entró en vigor el 7 de abril de 1948, fecha en la que se conmemora el Día Mundial de la Salud, y en su primera Asamblea Mundial se elaboró la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), que se ha convertido en el patrón internacional para fines clínicos y epidemiológicos. El paludismo, la tuberculosis, las enfermedades de transmisión sexual, la salud maternoinfantil, la nutrición y el saneamiento fueron los primeros focos de atención de la OMS, objetivos en los que sigue trabajando hoy en día. Uno de los primeros programas que llevó a cabo fue la lucha contra la enfermedad de Pian, un mal paralizante y deformante, que en 1950 afectaba a unos 50 millones de personas y que en 1965 se redujo en más de un 95%.

Entre los mayores logros de la OMS a lo largo de su historia está la erradicación de la viruela y la reducción, en más de un 99%, del número de casos de poliomielitis. Actualmente, la prevención y el control de enfermedades infecciosas como el sida, la tuberculosis y el paludismo, que se cobran la vida de seis millones de personas al año, son objetivos prioritarios. En 2003 se estableció un convenio marco para el control del tabaquismo con el fin de reducir las enfermedades y las muertes relacionadas con este hábito. En 2004 la OMS publicó su Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, con el fin de luchar contra cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes, cáncer y afecciones relacionadas con la obesidad. Gracias a su labor de fortalecimiento de los sistemas públicos sanitarios ha contribuido, además, a reducir significativamente la tasa de mortalidad infantil en niños menores de cinco años en el mundo.

La lucha mundial contra el sida es otra de las prioridades actuales de la OMS, así como la lucha contra la propagación mundial de las enfermedades infecciosas. A través del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), la OMS establece las normas aplicables por los países para identificar los brotes epidemiológicos y detener su propagación.

En palabras del Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu, la OMS «es la salvaguardia mundial del derecho de todos los habitantes del planeta al más alto nivel de salud alcanzable». Destacadas personalidades, como el ex presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter; Bill Gates, cofundador de la Fundación Bill y Melinda Gates; S.A.R. el Príncipe Carlos de Inglaterra; Jens Stoltenberg, primer ministro de Noruega y S.A.R. la Princesa Muna Al Hussein de Jordania le han mostrado su apoyo con sus intervenciones ante la Asamblea Mundial de esta organización.

Margaret Chan (China, 1947) fue nombrada directora general de la OMS en 2006, cargo que ocupará hasta junio de 2012. Licenciada en Medicina por la University of Western Ontario (Canadá), en 1978 se incorporó al Departamento de Salud de Hong Kong, que dirigió entre 1994 y 2003. Durante esta etapa afrontó el primer brote en seres humanos de gripe aviar por el virus H5N1, surgido en 1997, y combatió con éxito el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en Hong Kong en 2003. Ese año se incorporó a la OMS, donde ha ocupado distintos puestos como el de directora de los departamentos de Protección del Medio Humano y Enfermedades Transmisibles: Vigilancia y Respuesta, así como los de representante del director general para la Gripe Pandémica y subdirectora general de Enfermedades Transmisibles.

Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según su Reglamento, a galardonar «la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, equipos de trabajo o instituciones en el ámbito internacional». Dentro de este espíritu, el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional «será concedido a la persona, institución, grupo de personas o de instituciones cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al mutuo conocimiento, al progreso o a la fraternidad entre los pueblos».

En esta edición concurrían un total de 26 candidaturas, procedentes de Alemania, Australia, Austria, Ecuador, Estados Unidos, India, Italia, Luxemburgo, México, Portugal, Suecia y España.

Este ha sido el segundo de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se concede este año, en que cumplen su vigésimo novena edición. Anteriormente fue otorgado el Premio Príncipe de Asturias de las Artes al arquitecto británico Norman Foster. En las próximas semanas se fallarán los correspondientes a (por orden) Ciencias Sociales, Comunicación y Humanidades, Investigación Científica y Técnica y Letras. Los Premios Príncipe de Asturias de Deportes y Concordia se fallarán el próximo mes de septiembre.

Cada uno de los Premios Príncipe de Asturias, concedidos por primera vez en 1981, está dotado con cincuenta mil euros, la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo, en un solemne acto presidido por S.A.R. el Príncipe de Asturias.

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