La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid ha considerado que el informe sobre «La calidad del aire en la ciudad de Madrid en 2010» revela que la contaminación atmosférica es un problema «que mata».
La asociación, que cita también un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la calidad del aire, señala que la contaminación «causa alrededor de 1.500 muertes prematuras de manera directa y de varios cientos de miles a través del empeoramiento de patologías crónicas susceptibles».
Estos datos establecen que en España son más de 16.000 personas al año las que mueren de forma prematura por esta causa, lo que son más fallecimientos que los provocados por accidentes de tráfico y que por la pandemia de la gripe A, que generó tanto alarmismo en la sociedad.
La Asociación ha manifestado que un año más se siguen registrando en la ciudad de Madrid altos valores de contaminantes atmosféricos, principalmente relacionados con el tráfico, que «afectan de manera importante a la salud de los madrileños y se sitúan por encima de los permitidos legalmente». «Está ampliamente demostrado que los contaminantes aéreos, especialmente las partículas en suspensión de bajo peso se relacionan con la aparición de enfermedades oncológicas de ciertos órganos, procesos autoinmunes de tipo alérgico y problemas cutáneos», ha señalado.
En este sentido, la Asociación cree que esta situación afecta de manera «especialmente intensa a la población más vulnerable: niños, ancianos, mujeres embarazadas y pobres». Además, «provoca un incremento importante del número de procesos de baja por enfermedad y del absentismo laboral que afecta especialmente a los oficios de mayor riesgo y zonas especialmente contaminadas», ha declarado. Asimismo, ha explicado que la Sanidad Pública de la región es la que, principalmente y año tras año, tiene que hacerse cargo de estas consecuencias para la salud de los madrileños, «provocando un importante gasto sanitario, no cuantificado por las autoridades competentes, que detrae recursos del escaso presupuesto adjudicado por el Gobierno del PP a la sanidad de la región». «Esto provoca, en un contexto de escasez general de camas y del resto de recursos sanitarios, un incremento evitable de ingresos hospitalarios y de atención en consultas y acentúa en época de invierno la presión sobre los servicios de urgencias, ya de por si generalmente desbordados», ha añadido.
Por ello, ha exigido a los responsables de la política sanitaria del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid que de una vez se acometan de «manera urgente» las medidas de control de emisiones y disminución del tráfico «imprescindibles paras mejorar la calidad del aire que respiramos y se establezcan los controles de salud pública adecuados que garanticen el derecho a la salud de todos los madrileños».