La OMS exhorta a mejorar la calidad del aire urbano para proteger la salud

Ginebra, 26 de septiembre — En muchas ciudades la contaminación del aire está alcanzando niveles que ponen en peligro la salud de la gente, según un trabajo sin precedentes de recopilación de datos sobre la calidad del aire dado a conocer hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La información analizada abarca datos de casi 1100 ciudades de 91 países, incluidas capitales y ciudades de más de 100 000 habitantes.

La OMS estima que más de 2 millones de personas mueren cada año a causa de la inhalación de pequeñas partículas contaminantes del aire de espacios interiores y exteriores. Las partículas PM10, de menos de 10 micras de tamaño, pueden penetrar en los pulmones y llegar al torrente sanguíneo, y causar así cardiopatías, cáncer de pulmón, asma e infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores. Las directrices de la OMS sobre calidad de aire establecen una cifra de 20 microgramos por metro cúbico (µg/m3) como media anual, pero los datos hoy publicados muestran que en algunas ciudades la media de PM10 ha llegado hasta 300 µg/m3.

Las principales conclusiones de esta nueva recopilación son las siguientes:

  • Los niveles persistentemente elevados de contaminación por partículas finas son comunes en muchas zonas urbanas. Esas partículas provienen a menudo de fuentes de combustión tales como centrales eléctricas y vehículos de motor.
  • La gran mayoría de las poblaciones urbanas sufren una exposición media anual a partículas PM10 que supera el nivel máximo de 20 µg/m3 recomendado en las directrices sobre calidad del aire de la OMS. En promedio, solo unas pocas ciudades respetan actualmente los valores de referencia de la OMS.
  • En lo que respecta a 2008, la mortalidad estimada atribuible a la contaminación atmosférica en las ciudades asciende a 1,34 millones de muertes prematuras. Si se hubiesen aplicado universalmente las directrices de la OMS, ese año la cifra habría sido de 1,09 millones. El número de muertes atribuibles a la contaminación atmosférica en las ciudades ha aumentado desde la estimación anterior de 1,15 millones de muertes en 2004. El aumento de la mortalidad que según las estimaciones puede atribuirse a la contaminación del aire urbano se explica por los recientes aumentos de la concentración de contaminantes en la atmósfera y del tamaño de las poblaciones urbanas, así como por el hecho de que se dipone de más datos y se emplean mejores métodos.

«La contaminación atmosférica es un problema de salud ambiental de gran alcance, y es fundamental que redoblemos los esfuerzos para reducir la carga sanitaria que genera», ha señalado la Dra. María Neira, Directora de Salud Pública y Medio Ambiente en la OMS. «Si vigilamos y gestionamos adecuadamente el medio podemos reducir de forma considerable el número de personas con enfermedades respiratorias y cardiacas o con cáncer de pulmón. En todo el mundo, el aire de las ciudades presenta a menudo una alta densidad de gases de escape, humo de fábricas y hollín de las centrales eléctricas que queman carbón . En muchos países no hay una normativa de calidad del aire, y cuando la hay los criterios nacionales y su aplicación varían considerablemente.»

La OMS hace un llamamiento para fomentar la toma de conciencia sobre los riesgos sanitarios de la contaminación atmosférica urbana, aplicar políticas eficaces y vigilar estrechamente la situación en las ciudades. Se calcula que una reducción desde una media de 70 µg/m3 de PM10 a una media anual de 20 µg/m3 de PM10 se traduciría en una reducción del 15% de la mortalidad, lo que supone un enorme beneficio en términos de salud pública. A niveles más altos de contaminación, reducciones similares no harían disminuir tanto la mortalidad, pero tendrían con todo importantes efectos beneficiosos para la salud.

«Las soluciones a los problemas de contaminación del aire exterior diferirán de una ciudad a otra en función de la contribución relativa de las fuentes de contaminación, de su grado de desarrollo y de la geografía local», ha dicho el Dr. Carlos Dora, coordinador de la OMS en Intervenciones en pro de unos Entornos Saludables, del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente. «Lo mejor que puede hacer una ciudad para explotar al máximo la base de datos de la OMS es vigilar sus propias tendencias de contaminación del aire a lo largo del tiempo para identificar, mejorar y ampliar a gran escala las intervenciones eficaces.»

Tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, los factores que más contribuyen a la contaminación atmosférica urbana son el transporte motorizado, los pequeños fabricantes y otras industrias, la quema de biomasa y carbón para cocinar o como medio de calefacción, y las centrales eléctricas que usan carbón. La quema de madera y carbón para calentar las viviendas contribuye en gran medida a la contaminación del aire, sobre todo en las zonas rurales en los meses más fríos.

«Se requieren medidas locales, políticas nacionales y acuerdos internacionales para frenar la contaminación y reducir sus efectos generalizados en la salud», ha dicho el Dr. Michal Krzyzanowski, Jefe del Centro Europeo de la OMS para el Medio Ambiente y la Salud, en Bonn, Alemania. «Los datos sobre vigilancia de la calidad del aire difundidos hoy resaltan las regiones donde más necesario es actuar y nos permiten evaluar la eficacia de las políticas y medidas aplicadas.»

Notas para los redactores:

Los datos reunidos sobre la calidad del aire proceden de fuentes nacionales o de ciudades específicas de acceso público, basadas en los resultados de la vigilancia de la calidad del aire realizados por las distintas ciudades. Los valores incluidos en la base de datos proceden de los sitios de vigilancia existentes en las ciudades, incluidos bordes de carreteras, pero descartando focos industriales y de otro tipo que no son representativos de la exposición de muchas personas (por ejemplo cruces de carreteras), para no sobrestimar los valores.

Los valores considerados en la base de datos, incluidos los niveles de PM10 notificados, representan promedios anuales. Las PM10 son un indicador importante de la contaminación del aire urbano y de los riesgos sanitarios asociados a las mezclas complejas de contaminantes que suelen encontrarse en las ciudades. Las partículas PM10 más pequeñas pueden penetrar profundamente en los pulmones, pasar a la sangre y dañar muchos sistemas orgánicos. Para algunas ciudades se dispone de mediciones de partículas aún más pequeñas, como las PM2,5, que se han incluido también en la base de datos.

Los datos están basados en mediciones realizadas entre 2003 y 2010, pero la gran mayoría se refieren al periodo 2008 – 2009. Los valores presentados corresponden a ciudades concretas, poblaciones urbanas de los países (cuando ha sido posible), y regiones de la OMS.

Estos conjuntos de datos sobre la calidad del aire, junto con las actualizaciones más recientes sobre la carga de morbilidad conexa, y las preguntas más frecuentes al respecto, se pueden consultar en línea en http://www.who.int/phe/health_topics/outdoorair/databases/en/index.html

Para solicitar más información o una entrevista, pueden ponerse en contacto con:

Sra. Nada Osseiran, Responsable de Comunicación, Salud Pública y Medio Ambiente, OMS, Ginebra; tel. +41 22 791 4475, móvil: +41 79 445 1624, e-mail: osseirann@who.int

Gregory Hartl, Asesor de Comunicación, Seguridad Sanitaria y Medio Ambiente, OMS, Ginebra; tel. +4122 791 4458, e-mail: hartlg@who.int

Más información sobre Salud Pública y Medio Ambiente en www.who.int/phe

Los comunicados de prensa, notas descriptivas y otros documentos de la OMS para los medios de comunicación pueden consultarse en www.who.int

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