La sexta edición de este espacio de debate en el que se aborda la legislación actual, los diferentes métodos de detección existentes, tanto clásicos como nuevos, y los tratamientos a realizar, poniendo un énfasis especial en la prevención, la formación y la protección tendrá lugar los días 11 y 12 de febrero de 2015.
Aunque la legionelosis es una enfermedad relativamente nueva cuyo conocimiento se produjo en el año 1976, tres un brote de neumonía en un hotel de Filadelfia que afectó a miembros de la legión americana que celebraban su convención anual, la Legionella se encuentra normalmente de forma natural asociada a ambientes acuáticos (ríos, lagos, etc.). Desde su reservorio natural la bacteria pasa a colonizar los sistemas de abastecimiento de las ciudades y, a través de la red de distribución, se incorpora a las instalaciones de agua doméstica u otras instalaciones que requieren la utilización de agua para su funcionamiento (sistemas de refrigeración, riego, piscinas, túneles de lavado, etc.).
Con frecuencia, estas instalaciones poseen elementos en los que se produce el estancamiento del agua y la acumulación de productos que sirven de substrato para la bacteria (lodos, materia orgánica, material de corrosión, amebas, otras bacterias, etc.) posibilitando su multiplicación hasta concentraciones infectivas para el hombre.
Aunque en la actualidad la infección debe considerarse como perfectamente controlable siempre que se tomen las medidas adecuadas, tales como la instauración de una terapia adecuada en los enfermos y el control de los edificios, la contaminación de los ambientes interiores de los edificios es la causa de múltiples problemas de salud.
Los contaminantes presentes en el aire interior de los edificios, ya sean químicos, físicos o biológicos, varían en función de las actividades que se desarrollan en dichos espacios, el estado sanitario de los ocupantes, la infraestructura física del edificio y sus bienes materiales y la calidad del aire del entorno en el cual las personas están alrededor del 60% de su vida laboral y doméstica.
En este sentido, se observan tendencias reivindicativas que apuntan a gestionar con rigor la calidad ambiental en el interior de edificios e instalaciones, fundamentando esta acción en criterios de seguridad, prevención, confort e imagen, con manifestaciones individuales y colectivas que influyen necesariamente en las esferas empresariales, sindicales y mediáticas.
Con un enfoque eminentemente práctico, se analizarán durante el congreso las causas de distorsión del entorno ambiental interior, así como las iniciativas y estrategias que permitan garantizar su idoneidad de manera sostenible, centrando este examen en las variables que inciden significativamente en este sentido: la calidad del aire, las condiciones de higiene y los factores de riesgo frente la legionelosis.
Más información:
http://legionella2015.upc.edu/es