Los riesgos físicos, entre los que se incluyen los resbalones y caídas, deben ser controlados en los espacios públicos y en las piscinas. Los accidentes y lesiones son uno de los problemas más graves a los que se enfrentan estás instalaciones. Algunos de estos incidentes han significado lesiones medulares o paraplejias. La mayoría de estas incidencias se producen por resbalar en el perímetro del vaso de la piscina, la norma española obliga a que las superficies dispongan de pavimento antideslizante y este aspecto debe ser controlado por las Administraciones para garantizar el derecho de las personas a la protección de su salud que se recoge en la Constitución y normativa relacionada e implantar los criterios de seguridad y salud de organismos como la OMS.
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