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Conclusiones de la Jornada sobre ‘Aplicaciones Prácticas de los Sistemas de Información Geográfica para la Salud Ambiental’

por SESA
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Un sistema de información (SI) es un conjunto de elementos orientados al tratamiento y administración de datos organizados y listos para su uso posterior, generados para cubrir una necesidad u objetivo. Dichos elementos interactúan para procesar los datos (incluidos los procesos manuales y automáticos) y dar lugar a una información más elaborada, que se distribuye de la manera más adecuada posible en una determinada organización en función de sus objetivos.

Un Sistema de Información Geográfica (SIG) se utiliza para integrar, almacenar, editar, analizar, compartir y desplegar información georreferenciada. Por lo tanto, aporta un valor añadido muy importante, como es la posibilidad de visualizar la información en el territorio.

En el ámbito de la salud pública y concretamente en el de la sanidad ambiental, los SIG se convierten en una herramienta con grandes potencialidades, porque aportan una ventaja fundamental frente a un sistema de información tradicional, permitiendo visualizar la información representada en el territorio.

Durante el transcurso de la Jornada, así como en la segunda parte del libro presentado en la misma, se ha podido observar que los SIG constituyen una apoyo fundamental en la mayor parte de los servicios incluidos en la cartera de sanidad ambiental, como la vigilancia de riesgos ambientales, de las desigualdades, de la exposición a sustancias químicas, el estudio de brotes, la evaluación de impacto ambiental, etc.

En todos o alguno de estos ámbitos, los SIG aportan una serie de ventajas:

  • Visualizar cómo se distribuyen una o varias variables en el territorio (casos, incidencias, prevalencia de una enfermedad o de exposición a factores de riesgo, etc.) e incluso incorporando la dimensión de tiempo.
  • El hecho de permitir visualizar la información representada en el territorio, les confiere a estos sistemas una gran potencialidad para la generación de hipótesis.
  • Realizar simulaciones y mejorar le eficiencia en la asignación de recursos (de inspección, muestreo, etc.).
  • Por su capacidad de integración y proceso de datos, los SIG ofrecen nuevas e importantes oportunidades para la descripción y análisis de relaciones entre atributos del entorno y la distribución de eventos en salud en el territorio.

Al igual que ocurre con cualquier sistema de información, la fiabilidad del mismo y la seguridad que se pueda tener en las decisiones adoptadas, van a depender de la calidad de los datos que se incorporan al sistema, del margen de error en los cálculos de integración y combinación de variables y de la capacidad para identificar las necesidades de información en relación a los objetivos planteados.

Por otra parte, el hecho de poder visualizar la información, al hilo de lo comentado en el párrafo anterior, puede producir un falso sentimiento de una mayor confiabilidad y precisión.

Una posible desventaja de este tipo de sistemas, puede ser su elevado coste. Por ello, no se debe perder la perspectiva de su verdadera utilidad y de las necesidades de información que se tiene, con el fin de evitar que los SIG se conviertan en un fin en sí mismos y acaben resultando sistemas excesivamente complejos y costosos que van más allá de las expectativas y necesidades de sus potenciales usuarios.

Teniendo en cuenta que los SIG se basan en que los datos espaciales y no espaciales pueden ser analizados simultáneamente de una forma racional, pudiendo convertirse en sistemas complejos y costosos, deberían existir políticas que fomentasen la cooperación y garantizasen la integración de este tipo de sistemas, de manera que:

  • La cartografía y demás información espacial, así como los repositorios de datos de carácter no espacial, fuesen mantenidos y actualizados por las fuentes originales de los mismos, quienes tienen competencia o son responsables de su gestión.
  • Que el uso de los recursos destinados al sistema pueda ser compartido por multitud de organismos o usuarios sin necesidad de que cada uno desarrolle su propio sistema.
  • En definitiva, que el desarrollo del sistema sea menos costoso y resulte mucho más eficiente.

Con el fin de que los SIG puedan ser asequibles a los técnicos de salud ambiental, es por lo que se ha editado el libro «Salud y Territorio. Aplicaciones de los SIG a la salud ambiental», de la serie «De aeribus, aquis et locis«.

Madrid, 11 de octubre de 2012

Emiliano Aránguez Ruiz (Presidente del Comité Científico)
Ángel Gómez Amorín (Presidente del Comité Organizador)

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