Un estudio polaco presentado en el congreso de la European Society of Cardiology (ESC) celebrado en Londres revela que vivir en una ciudad contaminada aumenta el riesgo cardiovascular incluso para los adultos jóvenes.
Un grupo de investigadores de la Uniwersytet Jagielloński (Cracovia) comparó los datos de 826 adultos jóvenes sanos seleccionados de forma aleatoria con edades comprendidas entre los 16 y los 22 años, de los cuales 444 vivían en Cracovia y 382 en Lublin. Ambas ciudades tienen más de 300.000 habitantes, pero la mediana de la contaminación ambiental durante 10 años en Cracovia es el doble que la de Lublin. Los participantes provenían de tipos de escuelas y entornos sociales similares y habían vivido siempre en su ciudad natal.
El equipo midió la presión arterial, la frecuencia cardíaca y las concentraciones sanguíneas de diversos marcadores inflamatorios que incluían la proteína C reactiva (PCR), la proteína C reactiva de alta sensibilidad (PCRas), la homocisteína y el fibrinógeno, que son indicadores tempranos de enfermedad cardiovascular. También evaluaron numerosos posibles factores de confusión, como el índice de masa corporal (IMC) y el estilo de vida.
Los investigadores hallaron concentraciones significativamente superiores de PCR, PCRas, homocisteína y fibrinógeno en los residentes de Cracovia en comparación con los residentes en Lublin. El autor del estudio, Krzysztof Bryniarski, explicó: “Esto puede indicar que estos jóvenes adultos presentan mayor riesgo de sufrir un infarto de miocardio en el futuro, puesto que el proceso inflamatorio ya ha comenzado”. Sin embargo, no se halló ninguna diferencia en la presión arterial.
Bryniarski explicó: “Hemos mostrado que vivir en una ciudad muy contaminada puede influir sobre los marcadores de riesgo cardiovascular incluso a una temprana edad. Esto puede ocurrir por medio de inflamación crónica de bajo grado”.