FUENTE: univadis
Comer pescado y mariscos con niveles más altos de mercurio puede estar relacionado con un mayor riesgo de esclerosis lateral amiotrofia (ELA), según concluye un estudio preliminar que se presentará en el 2017 Annual Meeting de la American Academy of Neurology, que se celebrará en Boston, Estados Unidos, del 22 al 28 de abril. Sin embargo, el consumo de pescado y mariscos como parte regular de la dieta no estaba asociado con ELA.
«Para la mayoría de la gente, comer pescado es parte de una dieta saludable –señala el autor del estudio, Elijah Stommel, del Dartmouth College en Hanover, New Hampshire, Estados Unidos, y miembro de la Academia Americana de Neurología–. Pero todavía quedan preguntas sobre el posible impacto del mercurio en los peces».
Aunque se desconoce la causa exacta de la ELA, algunos estudios previos han sugerido que el mercurio es un factor de riesgo para la enfermedad. En Estados Unidos, la fuente primaria de exposición al mercurio es a través del consumo de pescado contaminado con ese metal neurotóxico.
A menudo conocida como enfermedad de Lou Gehrig, ELA es una enfermedad neurológica progresiva que quita la capacidad de las células nerviosas para interactuar con los músculos del cuerpo y sus primeros síntomas pueden incluir espasmos musculares y debilidad en una extremidad, pero evoluciona hasta parálisis completa del cuerpo, incluyendo los músculos necesarios para hablar, comer y respirar. No hay cura para la ELA y con el tiempo la enfermedad es fatal.
Para este nuevo trabajo, los investigadores entrevistaron a 518 personas, 294 de las cuales tenían ELA, y 224 de las cuales no, acerca de la cantidad de pescado y marisco que comían. Los participantes informaron sobre los tipos de pescado que comían y si lo compraron en las tiendas o los capturaron pescando.
Los investigadores estimaron la exposición anual al mercurio buscando los niveles promedio de mercurio en los tipos de peces y la frecuencia con la que los participantes dijeron comerlos. El pez espada y el tiburón son ejemplos de peces que se consideran altos en mercurio, mientras que el salmón y las sardinas suelen tener niveles más bajos. Los científicos también midieron los niveles de mercurio encontrados en muestras de las uñas de los participantes con ELA y compararon esos niveles con personas sin ELA.
El estudio encontró que entre los participantes que comían pescado y mariscos con regularidad, aquellos en el 25% superior a la ingesta anual estimada de mercurio, presentaban el doble el riesgo de ELA en comparación con aquellos con niveles más bajos. El 61% de las personas con ELA estaban en el 25% superior de la ingesta estimada de mercurio, en comparación con el 44% de las personas que no tenían la enfermedad.
También hallaron que los niveles más altos de mercurio medidos en trozos de uñas de los pies estaban asociados con un mayor riesgo de ELA. Aquellos que estaban en el 25% superior de los niveles de mercurio, en función de la ingesta relacionada con el pescado o las muestras de las uñas de los pies, presentaban un riesgo dos veces mayor de ELA. Los autores consideran que estos hallazgos deben replicarse en estudios adicionales.
Los investigadores enfatizan que este estudio no niega el hecho de que comer pescado proporciona muchos beneficios para la salud, pero que sugiere que el público puede querer elegir especies que se sabe que tienen menor contenido de mercurio y evitar el consumo de pescado capturado en aguas donde la contaminación por mercurio se conoce bien. No obstante, se necesitan más investigaciones antes de que se puedan dictar pautas de consumo de pescado para las enfermedades neurodegenerativas.
En la actualidad, las recomendaciones de Food and Drug Administration de Estados Unidos (FDA) para mujeres en edad fértil y niños son comer de dos a tres comidas semanales de especies como salmón o sardinas, con bajo contenido de mercurio pero altos niveles de ácidos grasos omega-3. La FDA recomienda evitar los peces con los niveles más altos de mercurio, como el tiburón y el pez espada, y comprobar si hay avisos específicos cuando se consume pescado capturado por familiares o amigos.